Las unidades de estado sólido (SSD) proporcionan un aumento significativo en el acceso a los datos y las velocidades de transferencia en comparación con las unidades de disco duro (HDD) tradicionales. Esto se debe principalmente a que las SSD no dependen de componentes mecánicos para leer y escribir datos. En su lugar, utilizan la tecnología de memoria flash, que permite la recuperación de datos casi instantánea. Como resultado, las SSD pueden ofrecer transferencias de archivos más rápidas, inicios de aplicaciones más rápidos y una mejor capacidad de respuesta general del sistema. Ya sea que esté trabajando con archivos multimedia de gran tamaño o ejecutando software que consume muchos recursos, las SSD pueden mejorar en gran medida su experiencia informática al reducir los tiempos de espera y aumentar la productividad.